El uso de los signos de puntuación pareciera ser un terreno siempre apto para la disputa. El sitio en el que muchos escritores invocan la libertad estilística y otros tantos levantan la firme bandera de la norma. ¿Para qué sirven? Gonzalo Martín Vivaldi llamó a los signos de puntuación “pequeñas señales de tráfico” que le indican al lector cómo, por dónde y con qué cuidado moverse dentro del texto. Daniel Cassany sentenció que la puntuación es como un termómetro de la escritura, pues delata a simple vista si el escrito tiene o no una buena prosa. Lo cierto es que así de pequeños e indómitos cumplen en la escritura funciones sustanciales.
Entonces, ¿para qué sirven los signos de puntuación?
- Organizar y estructurar el discurso.
- Definir límites, párrafos, apartados, unidades.
- Introducir voz ajena.
- Modular la respiración en la lectura en voz alta.
- Evitar ambigüedades.
- Otorgar coherencia y cohesión al texto.
- Determinar entonación.
- Precisar la modalidad expresiva.
- Producir efectos estilísticos.
- Incidir en la interpretación del sentido del discurso.
Por estos motivos, como correctores de textos, atendemos siempre a la puntuación de los escritos que revisamos. Sacamos las comas incorrectas, agregamos las olvidadas y ponemos puntos si consideramos preciso hacer una pausa más larga. Buscamos la eficiencia, la concisión y la claridad del mensaje: siempre.
CUÁLES SON LOS SIGNOS DE PUNTUACIÓN MÁS USADOS
A lo largo del tiempo, los signos de puntuación definieron estilos, caracterizaron épocas y algunos fueron más utilizados que otros. Aquí, un listado de los principales:
- punto (.)
- coma (,)
- punto y coma (;)
- dos puntos (:)
- signos de interrogación (¿?)
- signos de exclamación (¡!)
- puntos suspensivos (…)
- paréntesis ()
- comillas “ ”
El punto
Es el signo de puntuación que indica el final de una oración con sentido completo. Debe escribirse pegado a la palabra que lo precede y separado por un espacio de aquella que le sigue. Luego de un punto, la palabra siguiente se escribe con mayúscula. El punto implica una pausa e independencia sintáctica mayor que la coma. La palabra, deriva del latín punctum, significa “pinchar, punzar” y su forma circular, diminuta, nos recuerda el pinchazo de una aguja. En sus orígenes, los gramáticos colocaban el punto a una altura variable: cuánto más larga fuera la pausa, más alto lo escribían.
Hay tres clases de punto: el punto y seguido, el punto y aparte y el punto final.
El punto y seguido separa las oraciones que integran un mismo párrafo. Si bien cada una conserva su autonomía y sentido específico, el uso del punto y seguido implica que todas ellas tratan acerca de un mismo tema o idea. Luego de un punto y seguido se debe continuar escribiendo en el mismo renglón.
El punto y aparte separa párrafos distintos. Por tanto, su presencia obliga a continuar en otro renglón y comenzar un nuevo párrafo. Este signo supone un cambio de idea o perspectiva del tema abordado.
El punto final señala que el texto ha concluido por completo.
El punto se emplea, también, después de las abreviaturas; luego de las iniciales de nombres y apellidos y para separar las horas de los minutos en la expresión del tiempo.
Ejemplos: etc. J.B. Justo 22.30
¡Cuidado! No se usa punto después de los símbolos (cm), las siglas (FMI), códigos postales (1425), cifras que indican años (2020), números de artículos, decretos o leyes (Decreto 1443). Tampoco debe escribirse punto después de títulos y subtítulos de libros.
La coma
De todos los signos de puntuación, nos animamos a decir que este es el que suscita mayores combates, resistencias, preguntas, errores y reparos. Sin pretensión de exhaustividad, compartimos algunos de los usos correctos e incorrectos de la coma para que recuerdes cuando te sientes a escribir o a corregir tus textos.
Correctos
- Separa elementos de enumeraciones: papas, batatas, cebollas. En las enumeraciones completas, el último término se introduce con una conjunción (y/o/ni) y –salvo en ciertos casos- delante de ella no debe escribirse coma. Ejemplo: Tendrá que escribir varios textos, corregirlos y mandarlos a imprimir/Todavía no saludó a sus compañeros, a su jefe ni a mí. La palabra etcétera y su abreviatura siempre se separan del resto del enunciado a través de la coma.
- Separa los dos términos de las construcciones copulativas intensivas “No solo…, sino”.
- Separa coordinadas consecutivas introducidas por así que, luego, de manera que, etc. También se utiliza para separar coordinadas adversativas que se introducen con: pero, mas, empero,
- Se escribe coma delante de excepto, menos y salvo.
- Se utiliza cuando se elide el verbo. Su mujer es arquitecta; su hija, abogada.
- Cuando se invierte el orden de la oración, y se anteponen elementos que suelen ir pospuestos, se escribe coma detrás del elemento anticipado. Si aquello que se antepone es breve, la presencia de la coma es opcional.
- Separa vocativos del resto del enunciado.
- Separa adverbios o locuciones adverbiales del resto del enunciado.
- Se utiliza delante del nexo como cuando introduce una ejemplificación.
- Cuando acota enlaces como: es decir, a saber, pues bien, ahora bien, en primer lugar, por un lado, por otro lado, sin embargo, en cambio, en tal caso, además, por último, no obstante, etc. En todos los casos estos enlaces se escriben entre dos comas, excepto en o sea y es decir cuando van seguidos de que.
- Se coloca después de adverbios de afirmación y de negación.
- Cuando acota incisos se usan dos comas, una delante y otra al final del inciso.
Incorrectos
- No se coloca coma entre el sujeto y el verbo de una oración, ni siquiera cuando el sujeto es largo o compuesto.
- Tampoco se escribe coma entre el verbo y sus complementos, salvo cuando entre ellos aparece un inciso.
- Es incorrecto utilizarla delante de la conjunción que cuando tiene valor consecutivo.
- Debe evitarse en fórmulas de saludo en cartas y documentos. En esos casos, en español se usan los dos puntos.
El punto y coma
Utilizamos el punto y coma en las siguientes ocasiones:
- Cuando queremos separar elementos de una enumeración en construcciones que ya tienen comas.
- Cuando debemos separar oraciones independientes sintácticamente, pero queremos indicar que entre ellas hay un vínculo semántico. Si el vínculo semántico es más débil, conviene optar por un punto.
- En las listas, como esta, cuando se escriben en líneas distintas y comienzan con minúscula.
Dos puntos
Los dos puntos sugieren una pausa menor que aquella indicada por el punto. Detienen el discurso y cumplen la función de llamar la atención sobre lo que sigue. En términos de la metáfora usada por Vivaldi respecto a que los signos de puntuación son “pequeñas señales de tráfico”, podemos pensar a los dos puntos como el color amarillo de un semáforo. En estrecha relación con su antecedente, el color rojo, anticipa que pronto aparecerá el verde y el paso estará liberado.
Veamos ahora cuándo y para qué utilizamos los dos puntos:
- Para delimitar una pausa enfática. Luego de expresiones introductorias como a saber, ahora bien, pues bien, esto es, es decir, en resumen, en resumidas cuentas se utilizan los dos puntos y se pone énfasis en lo que sigue. En estos casos, el uso de los dos puntos pone al lector en una situación expectante, pero pueden reemplazarse por una coma.
- Cuando queremos unir dos oraciones vinculadas entre sí mediante la relación de causa-efecto, conclusión, consecuencia, resumen, recapitulación. Hoy debo estudiar todo el día: di mal el examen tres veces.
- Antes del comienzo de una cita textual en estilo directo. Luego de los dos puntos la cita debe colocarse entre comillas y con mayúscula. ¡Importante! Los dos puntos no pueden ir precedidos de “que”. Por tanto, no sería correcta la siguiente oración. El corrector de estilo dijo que: “Todas las tesis necesitan una revisión profesional”.
- Luego de las fórmulas que utilizamos para encabezar cartas y documentos. El texto que sigue al encabezado debe escribirse con mayúscula y en otro renglón.
- Para anunciar o concluir una enumeración explicativa. Leer, corregir, aconsejar: esas son las funciones de todo buen corrector de textos.
¡Cuidado! Es incorrecto emplear los dos puntos entre una preposición y el sustantivo que introduce. Este texto fue escritor por: Hilda Albano.
Signos de exclamación y de interrogación
¿Es preciso utilizar signos de interrogación al inicio y al cierre de cada enunciado? ¿Pueden combinarse los signos de exclamación y los de interrogación? ¿Cómo se escriben cuando van seguidos de otro signo de puntuación? ¡Veámoslo!
- En respuesta a la primera pregunta, sí, en español siempre debe escribirse el signo de inicio (¿¡) y el de cierre (¿!). Excepto en algunos casos, cuando queremos expresar duda, sorpresa o ironía. Corrió veinte kilómetros en diez minutos (!). Dice que nadie escribe mejor (?) que él. En estas oportunidades escribimos entre paréntesis solo el signo de cierre.
- Sí, pueden combinarse los signos, en aquellas oraciones que expresan exclamación e interrogación a la vez. ¡Otra vez estás escribiendo? Sin embargo, es preciso recordar que el DPD sugiere abrir y cerrar con los dos signos a la vez. ¿¡Vas a entregar el libro a la editorial sin contratar a un corrector de textos!?
- Se escriben pegados a la primera y última palabra del enunciado que enmarcan y si lo que sigue es otro signo de puntuación, no debe dejarse espacio entre ellos.
- Cuando los signos representan el final del enunciado, la palabra siguiente se escribe en mayúscula.
- ¡Tampoco se escribe puntos tras los signos de exclamación e interrogación!
Puntos suspensivos
Los signos suspensivos están formados por tres (¡solo tres!) puntos y tienen como función principal introducir un suspenso en el discurso. Interrumpen la oración para dar lugar a un final impreciso…
¿Detallamos sus usos?
- Cierran enumeraciones abiertas o incompletas.
- Dejan incompletos enunciados cuyo final es conocido por el público, como el caso de los refranes.
- Señalan duda, inseguridad, titubeo del hablante frente a su discurso.
- Entre corchetes o paréntesis (…) indican que se omitió parte de una cita textual.
- Si cierran el enunciado, luego de ellos debe escribirse mayúscula inicial.
¡Cuidado! No se escribe coma antes de los puntos suspensivos. Tampoco se utilizan junto a la expresión “etcétera” pues resulta redundante.
Paréntesis
Estos signos se utilizan para enmarcar apartados, incisos, aclaraciones, informaciones complementarias. Tales enunciados intercalados suelen tener cierta longitud y escasa relación con lo escrito previamente. Por lo general, agregan información secundaria y encierran oraciones con sentido pleno.
Se utilizan, también, para ofrecer datos complementarios como lugares, nombres de autores, fechas, descripción de siglas o abreviaturas, etc. Además, en los textos dramáticos se usan para indicar las acotaciones del autor respecto a los distintos personajes.
Comillas
El uso de las comillas presenta variaciones significativas según cuáles sean las pautas editoriales o sistemas de citación que se elijan. No obstante, los usos genéricos genéricos son los siguientes:
- Delimitar citas textuales
- Citar capítulos de un libro, secciones de un periódico, artículos y cualquier parte incluida en una publicación más grande (las normas APA ya no las usan en las referencias bibliográficas).
- Indicar que una palabra es impropia, vulgar, o para precisar un determinado sentido de la palabra. También se utiliza para expresar ironía.
- Comentar un término desde un punto de vista lingüístico (suelen usarse las comillas simples).
- Enmarcar apodos, sobrenombres cuando aparecen entre el nombre y el apellido.

