Si leíste los post anteriores habrás notado que el tema del lenguaje claro en la redacción de los textos y la comprensión del mensaje es una constante. Una cosa es un diario íntimo (¡me gustan mucho!) en el que escribimos para hacer catarsis, para sacar un “entripado”, para conocernos, ordenarnos y calmarnos. Pero otra cosa son aquellos textos que escribimos porque queremos comunicarnos con un público y, entonces, es imprescindible que nos entienda.
¿Cómo redactar textos en un lenguaje claro? Esta fue la preocupación y ocupación de un movimiento que surgió en la década del setenta en Estados Unidos e Inglaterra, conocido como “Plain Language”. Buscaban que los textos administrativos (y, más tarde, los legales) fueran comprensibles para toda la ciudadanía. Y así de claro redactaron su objetivo: “que el público encuentre lo que necesita, comprenda lo que encuentra y utilice esa información”.
¿Parece una obviedad, no? Sin embargo, seguramente te encontraste alguna vez con documentos legales que no entendiste, contratos que tuviste que releer cinco veces e instrucciones con las que te perdiste en el primer paso. La idea es que esto no ocurra y como ciudadanos/as podamos acceder a una información sencilla, clara y efectiva.
¿Cuáles son los consejos que los propulsores de este movimiento dan para redactar textos con lenguaje claro?
- En cada oración un solo concepto.
- Usar viñetas para enumeraciones, requisitos, pasos, tal como yo estoy haciendo en este texto. ¡Google también las agradece y posiciona!
- Preferir la estructura lógica del español: sujeto+ verbos+ complementos.
- Priorizar el sujeto expreso al tácito. Saber en vez de suponer.
- Usar la voz activa en vez de la pasiva. En español, preferimos hacer actuar a los sujetos. La voz pasiva es frecuente en el inglés.
- Párrafos cortos, no más de 6 líneas.
- Un tema por párrafo.
- Usar puntos para separar ideas.
- Explicar el significado de una sigla la primera vez que la usamos.
- Escribir los números en cifras y no en letras.
- Escribir las fechas completas.
- Usar un trato personal; para ello recomiendan escribir los pronombres personales que implican siempre cercanía.
- Redactar en forma afirmativa. Evitar dobles negaciones o formas negativas.
- Vocabulario sencillo, inclusivo y libre de tecnicismos.
- Mantener juntas las palabras que se relacionan entre sí.
- Agregar títulos para dividir partes del documento. El público descansa, se anticipa a lo que viene y hace una pausa para seguir leyendo con más ganas.
Y vos, ¿tenés en cuenta estos consejos cuando escribís? ¿Qué texto legal o administrativo intentaste comprender y no pudiste porque no se había redactado con lenguaje claro?
¡Te leo!

