
Me llamo Clarisa. Pensar en mi nombre como una fusión de claridad y de risa me hizo amigarme con su sonido, aunque sigo prefiriendo que me digan “Cla”. De chica corría al diccionario cuando no conocía una palabra, cerraba los ojos ante otra mal escrita y los abría bien grandes cuando una me fascinaba.
Para entender lo que sentía, ya desde ese entonces tenía que escribirlo. Escribir era mi manera de bajar al cuerpo.
Mi historia siguió en los pasillos de Comunicación de la UBA, donde me atravesó el concepto de signo, la idea de que el lenguaje es siempre manifestación de una ausencia, la huella de algo más.
La curiosidad por esa falta me hizo profundizar en talleres de escritura, cursos de semiótica, lingüística, corrección de estilo, filosofía y publicidad.
Todavía estoy repleta de preguntas, pero después de mucho tiempo dando clases y trabajando con el lenguaje, me di cuenta de que no puedo pensarme sin textos.
Por eso hace casi diez años creé Significante: para corregir textos académicos, jurídicos, periodísticos, literarios y publicitarios. Y vivo cada corrección como una especie de puente: entre quienes necesitan escribir y las palabras que logran descifrar, en el contexto de una escucha atenta, profesional y cálida.
Trabajo hasta el cansancio por la claridad en el lenguaje y la conciencia de que escribimos porque nos queremos vincular.
Por qué elegirme como correctora de tus textos
- Estoy en constante formación, porque la lengua es dinámica. Además, nací con el don de la curiosidad. Si hay un curso, me anoto. Cuando algún intelectual que me gusta da una charla, participo. Si sale un libro que me interesa, corro a sentir su olor. Para que las buenas ideas lleguen hay que estar en movimiento y en contacto con otros.
- Tengo facilidad para poner palabras.
- Respeto la norma pero priorizo los deseos, el estilo y las necesidades de quien escribe.
- Estoy bien cerca de cada autor y autora, pero fuera del texto, domino las normas gramaticales, soy detallista y detecto errores que el autor omite.
- Soy responsable, cumplo en tiempo y forma con la entrega de los trabajos.
- Me apasiona lo que hago y, por suerte, lo notan.
¿Qué lográs si me escribís?
- Encontrás las palabras precisas para lo que querés decir.
- Organizás tus ideas y comunicás tu objetivo de manera clara.
- Comprendés las reglas del discurso escrito.
- Pensás la mejor manera de contar aquello que tenés en la cabeza y no lográs transmitir.
- Revisás si se entiende lo que escribiste.
- Perfeccionás el estilo de tu escritura y redactás mensajes eficaces.
- ¡Emocionás con las palabras!





